Yo no entiendo mucho de música, es mas mi apreciación de la escala musical es algo así como un plato de Arzac, y no por exquisito y bien presentado, sino mas bien por deconstruido. Pero me gusta la música.
No os voy a hablar, y daría para mucho, de mi pasión por Sabina, o de mi cariño especial por los compases de Niña Pastori.
Mi reflexión va mas por la música en general, porque me gusta casi toda, incluso soporto con comprensión una bachata, solo una, si el momento es el adecuado.
Creo que las músicas son formas de expresión del sentimiento humano y que por tanto tiene que haber tantas como sentimientos y tantos estilos como grupos sociológicos o etnias o en lo que cada cual se quiera agrupar. Por eso no entiendo cuando un seguidor de cierto tipo de música desprecia cualquier otro. Y esto incluye a los snob que solo quieren música clásica, a los puristas del flamenco o el jazz, a todos los que teniendo bien educados sus oídos pata apreciar la diferencia entre un si sostenido y un si bemol, que manda bemoles, no tienen su cabeza igual de educada.
Yo no digo que no os pongáis morados de vuestro postre favorito, que yo lo hago, pero por eso no dejéis de probar otras cosas y de como poco apreciar y comprender que están tan llenas de sentimiento e intención como esos manjares que tanto aprecias.
¡Escuchad música!
3 comentarios:
ME ha encantado,gracias.Chelirota
Muchas gracias.
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